miércoles, 13 de junio de 2018

He acabado los estudios ¿Qué puedo hacer?

Esta es la pregunta a que TODOS los estudiantes se enfrentarán antes o después. Cuando ya nos habíamos acostumbrado a la dinámica de la vida de estudiante, empezando el año en septiembre (no en enero como el resto del mundo), con las etapas de actividad y descanso vinculadas a las evaluaciones y a las vacaciones respectivamente; cuando ya le teníamos cogido el truco a esto de estudiar, salir de fiesta, pasar de curso… Nos encontramos con que toca salir de la zona de confort y lanzarse al mundo laboral; y no es cómodo.

En este contexto, muchos se plantean la opción de seguir estudiando para "mejorar el perfil profesional", lo que podemos denominar como “el síndrome de La Tuna” o del eterno estudiante. La decisión es cómoda, supone no querer introducir cambios y continuar con una vida que llevábamos, a la que estamos acostumbrados y en la que nos iba bien. Podemos optar por emprender otra titulación superior a la que ya tenemos, o incluso otra del mismo nivel que nos aporte formación complementaria. Además, seguro que esta decisión es apoyada por el entorno social y sobre todo por el ámbito familiar… Pero en el fondo sólo supone aplazar la decisión, porque llegado el momento de trabajar hay que hacerlo; y tal vez con ésto lo único que consigamos sea retrasar este momento unos años, pasados los cuales nos encontraremos básicamente en la misma situación... Pero con un poco más de edad.

Por contra, aunque “lanzarse a la piscina” del mundo laboral no es cómodo, porque aporta un alto grado de incertidumbre y de dificultad… al final hay que acabar haciéndolo; y a pesar de lo que hemos indicado en otra entrada de que hay que seguir estudiando y formándose mientras se está en paro… Éste es el “plan B”, para mientras encontramos trabajo.



El  esquema de nuestras posibilidades en este momento es el siguiente:


  • Lo primero que hay que hacer es plantearse un objetivo realista sobre en qué queremos trabajar y en qué condiciones.
  • Para ello debemos analizarnos tanto nosotros mismos como al entorno que nos rodea (método DAFO) para poder decidir y sobre todo ser realista con nuestras posibilidades.
  • Ésto puede hacer que nos marquemos un objetivo temporal (objetivo 2) que nos permita solventar algunas debilidades de nuestro perfil profesional para acabar llegando a nuestro objetivo inicial.


Por ejemplo, si decidimos que queremos trabajar en un puesto de trabajo concreto en una empresa determinada, y vemos que para cubrir esa vacante siempre nos van a exigir el requisito de 1 año de experiencia laboral, para llegar a este objetivo debemos de trabajar en otra empresa que quizás no nos guste tanto pero que servirá como medio para llegar a trabajar en la empresa que queríamos.

viernes, 25 de mayo de 2018

¿Qué es un Currículum?

Un “Currículum Vitae” es un documento privado que describe de forma sucinta el perfil profesional de una persona. El currículum debe tener un tamaño intermedio entre una tarjeta de visita y una biografía… Por ese motivo daremos algunos consejos rápidos para su elaboración:


  • El currículum debe realizarse preferiblemente en un formato “A4”, tanto si se va a sacar a papel como si se va a enviar en formato electrónico (lo más habitual), en cuyo caso se debe hacer en un formato no modificable (PDF).
  • No debe ocupar más de 2 páginas, que si se sacan a papel se imprimirán en las 2 caras de una hoja, y si es posible mejor sólo en una.
  • El 90% de los casos el currículum no se envía en papel, sino en el archivo PDF. Hay que tener en cuenta cómo va a ser la forma de visualizarlo para darle un formato y una presentación adecuada.
  • En el formato deberemos utilizar y darle “color” (ver entrada). 
Es bueno tener varios “modelos” del currículum de una persona, destacando distintos aspectos (la formación, la experiencia, determinada formación o experiencia por encima de las demás, los idiomas…) para tomarlos como base en la elaboración del currículum definitivo que mandaremos a cada oferta, en función de los requerimientos de ésta. Cuando hagamos ésto, guardaremos una copia de este currículum junto con la oferta a la que hemos enviado, para el caso de que nos llamen a entrevista tener claro a qué nos presentamos y qué hemos destacada.

En el currículum NO se debe mentir, pero es lícito y habitual “maquillar” o exagerar un poco los méritos; el límite está en que la exageración resulte defendible. Pero sobre todo hay que tener en cuenta que no es necesario incluir todo, sino sólo aquello que nos beneficia para cada puesto en concreto. Ocultar sin mencionar aquello que nos puede perjudicar (p.e, que se ha repetido un curso durante los estudios), lo mismo que no incluir lo que resulta superfluo, es lícito y aconsejable. No obstante en relación a lo que aparece últimamente en prensa sobre los currícula de los políticos, hay que matizar que mentir en el currículum no es un delito, símplemente te dejará como una persona poco fiable a la que no apetecerá mucho contratar... Otra cosa es falsificar documentos para defender las mentiras que aparecen en el currículum, que sí puede ser un delito.

El currículum deberá ir siempre acompañado de una CARTA DE PRESENTACIÓN, aunque en España esta carta se sustituye por un e-mail con el mismo contenido cuando se manda por correo electrónico. No obstante esto no es así en todos los ámbitos culturales, p.e, en Francia cuando se envía el e-mail se acompañan dos documentos: la “lettre de motivation” y el currículum.




Como ya hemos dicho, el currículum recoge el perfil profesional de una persona, de modo que los méritos que figuran en él son los que componen este perfil profesional (datos personales, formación, experiencia, otros datos). No obstante hay distintas formas de presentarlos u ordenarlos, que dan lugar a tres modelos distintos de currículum:

El currículum FUNCIONAL, que recoge de forma ordenada estos datos bajo los mismos epígrafes que hemos mencionado.

El currículum CRONOLÓGICO, que recoge estos datos ordenados cronológicamente según han ido sucediendo. Hoy en día no es muy utilizado para contestar a oferta de empleo, pero sí se pueden ver en el caso de currícula deportivos o artísticos para optar, p.e, a una beca, a buscar patrocinadores, o en la presentación de un artista/deportista.

El currículum por COMPETENCIAS, en el que el candidato agrupa todos sus méritos en distintos epígrafes competenciales o áreas de conocimiento (p.e, aptitudes administrativas, comerciales, informáticas, lingüísticas, etc…) independientemente de dónde las haya obtenido. Es un modelo muy eficaz y moderno, pero que todavía no se utiliza demasiado por el riesgo de que quién deba interpretarlo dude de las verdaderas capacidades del candidato.

El currículum MIXTO, que suele combinar en mayor o menor medida los 3 modelos que hemos enumerado.

El currículum EUROPASS, que es un modelo concreto que se facilita para facilitar la movilidad internacional de trabajadores dentro de Europa, y que se configura como un currículum mixto a rellenar según la petición de datos de una plantilla, y que finaliza con un formato estándar.. 

Por último, indicar que en ocasiones el currículum debe ceñirse a un modelo que la empresa que selecciona personal establece para poder obtener la información precisa de los candidatos que se presenten al proceso selectivo y poder compararlos. En este caso elaborar el currículum consiste en "rellenar un cuestionario" que nos facilita la empresa.