La carta de presentación es un
documento que elaboramos SIEMPRE para acompañar al currículum y facilitar su entrada en un proceso selectivo al que nos presentamos. Por tanto, la carta de presentación no tiene sentido sola, sino que sirve para contextualizar al currículum que la acompaña, pero que en realidad es el centro de la comunicación.
Como hemos dicho, la carta de presentación es un documento es de muy poca extensión, apenas 2 o 3 párrafos en una página, con el que no obstante tenemos que conseguir varios objetivos:
- Debe señalar el puesto al que nos presentamos en el proceso selectivo. Aunque en otros ámbitos culturales es habitual incluir en el currículum bajo el epígrafe "objetivo" el puesto al que se opta, en nuestro entorno (en España) no es muy habitual hacerlo, sino que este puesto se identifica en la carta de presentación.
- Debe presentar al currículum, que "viene detrás", y crear curiosidad y ganas de leerlo. Por eso es útil incluir alguna referencia al mismo (serviría una frase del estilo de "como podrá comprobar por el currículum que adjunto..."), en vez de tratar de desarrollar todo en la propia carta.
- Debe infundir confianza, mostrándonos no solo cualificados técnicamente sino también con habilidades sociales. Un primer acercamiento será manifestar cómo hemos tenido conocimiento de la vacante en la empresa.
- Debe mostrar motivación, ganas de trabajar, y buena disposición. Por ello es importante manifestar conocimiento sobre la empresa a quien nos presentamos e incluir una referencia a ampliar información.
- Debe hacernos destacar por encima del resto de candidatos si es posible; si no, al menos debe hacernos parecer cualificados para el puesto.
Por tanto, debemos considerar a la carta de presentación como un
documento instrumental que facilita el paso al currículum, y que en algunas ocasiones pierde sentido, como cuando nos presentamos personalmente currículum en mano o cuando enviamos el currículum por e-mail. Como ya hemos comentado, en nuestra cultura hispana la carta de presentación no tiene demasiada importancia, aunque hay otros ámbitos culturales mas formales en que sí que se le da. Por citar un buen ejemplo que merecerá otra entrada aparte es el caso del ámbito cultural francófono, en el que la
"lettre de motivation" es un documento de gran importancia que debe acompañar siempre al currículum, y no sólo reflejar el objetivo que perseguimos (es decir, el puesto al que se presenta), sino los motivos de esta opción, las principales "bazas" o ventajas para este puesto
(atout),
y todo aquello que al candidato le ilusiona para presentarse (perspectiva de desarrollo futuro, coincidencia con los gustos y características personales del candidato, con su formación etc...). Esto da lugar a cartas de presentación mucho mas largas, que se van a guardar SIEMPRE a lo largo de todo el proceso selectivo y aún después de finalizado si el candidato es contratado. En estos casos, el candidato tratará de presentarse en la
"lettre de motivation" como el ideal para la cobertura de la vacante, tanto por lo que puede aportar a la empresa como por lo que el trabajo en esta empresa le puede aportar a él; y aprovechará para hacer una defensa de su trayectoria y de su currículum para su adecuación al puesto. Hasta tal punto tiene importancia la "lettre de motivation" en las organizaciones francófonas que incluso cuando el currículum se envía por e-mail no se va a prescindir de este documento, sino que se enviará un escueto correo con un contenido muy parecido a nuestras cartas de presentación (vacante a la que se opta, cauce por el que se ha conocido la vacante, y la principal ventaja que presentamos que nos haga destacar de los demás) y se acompañará en un archivo adjunto y en formato PDF tanto el currículum, como la "lettre de motivation" formalmente redactada y con todo el contenido.
En España en cambio, no solemos dar tanta importancia a la carta de presentación, ya que en gran parte de las ocasiones la vida de la carta de presentación suele ser breve: la persona que la recibe, junto con el currículum, simplemente le echará un vistazo para ver el asunto de que se trata, en su caso el proceso selectivo al que refiere, y se deshaga de ella tirándola directamente en la papelera tras haber colocado nuestro currículum en el dossier que corresponda junto con otros muchos. Si es así, tampoco nos debemos lamentar: la carta de presentación ha cumplido su función y nuestro currículum está en el montón que corresponde. No obstante, esta realidad habitual no nos debe desmotivar para dedicar cierto interés a la carta de presentación y elaborarla siguiendo todos los cánones que permitan dar, si nos la prestan, una primera buena impresión, ya que en ocasiones, sobre todo en grandes empresas con una cultura empresarial más internacional, puede ser que la carta de presentación no desaparezca con tanta rapidez, sino que continuará anexada al currículum dentro de nuestro dossier, y nos pueden preguntar en otros momentos por lo que hemos reflejado en ella. Ésto puede suceder en la entrevista de trabajo, pero también en un momento posterior si finalmente nos contratan, a lo largo de nuestra relación laboral.
¿Y cómo podremos saber si se dará una u otra situación? Pues por una parte, fijándonos en lo que sabemos de la empresa a la que nos presentamos como candidato y su cultura organizacional, el ámbito geográfico en que se mueve, etc... Y en todo caso, recomiendo dar SIEMPRE a la carta de presentación la máxima importancia como si fuese a ser tenida en cuenta, ya que si finalmente acaba en la papelera no hemos perdido nada, y si de que va a ser tenida en cuenta; es decir:
cuidando su redacción e incluyendo lo que el seleccionador espera encontrar en ella, tanto en el
contenido como en la
forma.
CONTENIDO:
La carta de presentación, como ya hemos empezado a comentar debe facilitar (al menos) la siguiente información:
- Cómo se ha tenido conocimiento de la vacante e identificarla: si el anuncio pertenece al mercado de trabajo "visible", dónde hemos localizado la oferta y en qué fecha. Si pertenece al mercado de trabajo "oculto" una sutil referencia a la persona que nos lo ha facilitado y nuestra relación con ella servirá de referencia. Si por el contrario se trata de una autocandidatura cobra especial importancia la carta de presentación, por lo que deberemos hacer referencia a la autocandidatura y los motivos que nos han impulsado a hacerla, y tenerlo en cuenta para mostrarnos mucho más dinámicos y eficientes a lo largo de toda la carta e incluso en el currículum.
- Debemos hacer ver que tenemos ciertos conocimientos sobre la empresa y el sector; si también podemos reflejar nuestra vinculación a la misma por algún motivo (clientes fidelizados desde hace tiempo, relación familiar o social con trabajadores/proveedores/clientes, etc...) mejor.
- Destacar lo mejor de nosotros mismos... De cara al puesto. Puede ser algo de la formación o la experiencia, de las competencias en idiomas o informáticas... Pero también características personales o de nuestra biografía difíciles de manifestar en un currículum. Aquello que queremos que sepan de nosotros y que tal vez no tengamos otra ocasión para decir. El resto, lo verán en el currículum al que haremos referencia que adjuntamos.
- Podemos hacer una referencia a las ventajas que supondría para nosotros el acceder al puesto, pero no demasiado. Esta parte podemos obviarla porque percibamos que a la empresa no le preocupa lo que nos puede aportar sino lo que nosotros le aportamos a ella, pero OJO no metamos la pata: no nos beneficia decir que nos gustaría incorporarnos a esta empresa como trampolín para nuestra carrera profesional en otras si ésto además de no beneficiar a la empresa le supone que tal vez le causemos un problema con nuestra marcha en un futuro que además nos incorporaría a la competencia... Inutil también decir que queremos iniciar una carrera profesional dentro de una empresa que nos ofrece un contrato temporal.
- Por último, en la despedida, deberemos ponernos a disposición de la empresa para ampliar información que pudiera serles útil y no estar suficientemente recogida en la carta ni en el currículum. Podemos incluso llegar a ser más explícitos ofreciéndonos para la entrevista a que quieran convocarnos, pero tampoco es necesario: a buen entendedor...
ASPECTOS FORMALES:
Una carta de presentación es una
CARTA COMERCIAL, que por lo tanto deberá guardar esta estructura:
Además, debemos guardar las siguientes pautas:
- Debemos ocupar SÓLO una pagina. Esto es muy fácil, dado que las poquitas cosas que reflejaremos nos permitirán respetar holgadamente este límite y además con desahogo.
- Debe guardar una coherencia con el currículum: tipo de fuente, nivel de lenguaje, incluso colores si se usan (que sea muy sutilmente o que no se usen).
- El nivel del lenguaje debe ser ser formal, pero a la vez claro y conciso, sin enredos. Un ejemplo es el saludo, donde siempre nos servirá uno del estilo de Estimado Sr., Estimada Sra. o similar. Huid de expresiones tipo "Apreciado Sr." y mucho menos otras más personales tipo "Querido..."
- El contenido dividido en párrafos, y como recomendación contemplar lo siguiente:
- En el primer párrafo incluiremos los datos sobre dónde hemos localizado la oferta de empleo, y una referencia a lo que sabemos de la empresa dejando caer algún elogio "...lider en el sector de compraventa de vehículos de ocasión...". Een todo caso se debe personalizar un poco la carta y que denote que nos hemos informado sobre ellos y que además no es una carta-tipo que empleamos para todas las candidaturas.
- En el segundo párrafo hablaremos un poco sobre nosotros, aunque no se trata de hacer un examen exhaustivo del currículum al que podemos remitir (..como podrá observar por el currículum que adjunto...) sino que destacaremos uno o a lo sumo dos puntos fuertes que queramos resaltar y que nos puedan situar por delante de los demás candidatos, o que al menos sea lo central y necesario para ocupar el puesto. También podemos aprovechar para mencionar algún mérito difícil de incluir o destacar en el currículum y que puede ser relevante para el desempeño del trabajo "...desde niño he disfrutado periódicamente de estancias en el extranjero acompañando a mis padres en los traslados que les exigía su profesión..." para un puesto donde sabemos que es relevante el uso de idiomas y la disponibilidad para viajar.
- En la despedida, aprovecharemos para ponernos a disposición para ampliar información, algo que sin duda nos pedirán en la entrevista si llegamos a ella. Se suelen utilizar también fórmulas de cortesía un tanto rebuscadas como "... agradeciendo de antemano su interés y a su disposición para facilitarle cualquier otra información que pueda precisar o, en su caso, concertar la oportuna entrevista en que tenga la oportunidad de manifestarle mi interés...". Mejor no pasarse.
- La firma, manuscrita (no un dibujo impreso) salvo que se trate de enviar la carta por e-mail, en cuyo caso sí que podremos elaborar un documento PDF que incluya un dibujo de firma manuscrita.
En el caso (cada vez más habitual, en torno al 85% de las veces) en que el currículum vaya a enviarse por e-mail, en España es habitual NO incluir la carta de presentación como documento, sino redactar el e-mail con el contenido de la carta de presentación. Tiene su lógica y es funcional; pero algunas empresas nos exigirán (o valorarán, que es lo mismo) enviar formalmente la carta de presentación. En el caso citado de empresas de cultura francófona será imprescindible. En este caso, lo haremos como hemos mencionado más arriba, y recordar que cualquier documento de este tipo que se envíe por internet debe hacerse siempre en el formato PDF.