Es habitual situar al final del currículum funcional ( y por qué no también en uno por competencias) bajo el epígrafe OTROS DATOS, o mejor OTROS DATOS E INTERESES, un "cajón de sastre" en el que podemos incluir todos aquellos elementos que, sin ser formación ni experiencia y no haciendo referencia a idiomas ni conocimientos informáticos, nos interesa destacar porque aportan algo a nuestro perfil profesional.
Éste último punto debe ser utilizado como broche, como la guinda del pastel en nuestro currículum, ya que nuestro perfil profesional ha debido quedar claramente reflejado en todos los apartados anteriores, y con la inclusión de este último punto debemos hacer pensar al seleccionador que definitivamente somos la persona indicada, y sobre todo QUE SOMOS MEJOR QUE EL RESTO DE CANDIDATOS. Es de esta forma cómo el apartado "otros datos" cumple verdaderamente su función. Si no es así, será simplemente un epígrafe que queremos rellenar porque entra dentro del esquema teórico del currículum funcional y en el que aprovechamos para señalar que tenemos carné de conducir, coche propio, y la posibilidad de incorporarnos inmediatamente. Informaciones todas ellas que no justificarían por sí mismas la existencia de un apartado independiente, ya que se podrían incluir en algún otro epígrafe o en la carta de presentación.
¿Y QUÉ DEBEMOS INCLUIR? También habría que pensar ¿Qué no debemos poner?. El criterio básico es el ya descrito más arriba: debe aportar algo al perfil profesional o suponer una ventaja para acceder al puesto y que no tiene cabida en otro de los epígrafes anteriores. Incluir aficiones, actividades deportivas, o experiencias vitales "por que sí", sin aportar nada y es un error. Aunque juguemos muy bien al paddel, seamos campeones de cartas, o unos excelentes cuidadores de niños, no seremos mejores médicos, mecánicos o conserjes... Salvo que, p.e, seamos el conserje de una escuela infantil... En este caso sí que convendría señalar la experiencia en el cuidado de niños. Vamos a ver los datos que habitualmente se suelen reflejar y la conveniencia o no de hacerlo:
- Carnés de conducir: en general se incluye en currícula para puestos de baja y media cualificación, no así en los de personal muy cualificado. El carné de conducir "B" (turismo) casi se le supone a cualquier persona, y es imprescindible en la mayoría de los trabajos simplemente para acceder a las instalaciones de la empresa. Es muy habitual destacar este carné en los puestos de trabajo de menor cualificación o de personas muy jóvenes, ya que pudieran no tenerlo; pero en general se da por hecho que todo el mundo tiene posibilidad de acceder al puesto de trabajo (p.e. en un polígono industrial, o en la otra punta de la ciudad) en coche. El carné de conducir "A" (motocicletas), en sus distintas versiones, también puede ser una ventaja en ciudades como Barcelona en las que está muy extendido el uso de la moto como medio de acceso al trabajo, en otros lugares no suele suponer una ventaja e incluso podría dar lugar a prejuicios (p.e, un chico joven y con carné de moto de alta cilindrada... Puede parecer poco formal y cualquier día no viene a trabajar porque ha tenido un accidente). El resto de carnés son relevantes en puestos de trabajo para los que indirectamente convenga, o bien porque serás chófer de un camión (p.e, repartidor) o trabajador al que convendrá poseer un carné superior al de turismo porque puede utilizarlo dentro de su actividad (p.e., un trabajador de la construcción que además tiene el carné C1 con el que puede conducir un camión de pequeño tamaño en el que transportan todos los útiles del trabajo). En general, cuando el puesto de trabajo sea de chófer o de conductor de maquinaria, ésto deberá reflejarse dentro del apartado formación.
- Publicaciones, conferencias, colaboraciones docentes... Todo ello referido a la profesión y relacionado con el puesto al que se opta. Suponen una confirmación del nivel técnico que se trata de justificar y del dinamismo del candidato. En todo caso, no debe parecer que estas actividades puedan suponer una distracción del trabajo habitual.
- Premios y concursos relacionados con la profesión, becas disfrutadas, etc... Destacaría logros concretos conseguidos y potencialidad para un futuro.
- Viajes, estancias, experiencias vitales sirven sobre todo para reforzar la información sobre idiomas pero también para dar idea del dinamismo del candidato. Deben tener alguna relación con el perfil profesional y suponer un refuerzo de lo señalado en otros apartados. Evitar señalar actividades puramente lúdicas (vacaciones, viajes de ocio, etc...)
- Actividades deportivas y culturales, siempre que tengan alguna relación con el perfil profesional. Resulta habitual pero no por ello deja de ser curioso ver en un currículum un relato de méritos deportivos o de aficiones que no tienen absolutamente nada que ver con el perfil del puesto que se solicita.
- Actividades benéficas y colaboraciones altruistas, que pueden aportar un complemento a lo que es en sí la experiencia profesional, a la vez que demostrar la implicación personal del candidato. Evitar hacer referencia a colaboraciones con organizaciones políticas o de marcado carácter ideológico.
- Responsabilidades de organización y gestión en clubs sociales, deportivos, culturales, benéficos, etc... Es diferente a la práctica de las actividades deportivas o culturales, aunque podría aprovecharse el mismo epígrafe para señalar ambas. En este caso, estaríamos complementando nuestra experiencia profesional con actividades directivas en organizaciones sin ánimo de lucro, pero cuya gestión es similar a las empresas.
- Disponibilidad para el empleo: Movilidad geográfica y disponibilidad inmediata. Evidentemente no tiene sentido incluir una línea para decir lo contrario, que no estás dispuesto a moverte del puesto que te asignen o que necesitas un cierto tiempo para incorporarte, ya que estarías tirando piedras contra tu propio tejado. En todo caso, si ésto fuera cierto, es mejor no destacarlo en este momento y dejarlo (en su caso) para la entrevista, donde tampoco deberás ocultarlo ya que de nada sirve que te contraten en un puesto de trabajo en el que después te exigirán algo que no estás dispuesto a hacer.
Por último señalar aquello que no se debe incluir: nada que no tenga relación alguna con el puesto, nada que pueda suponer una vinculación ideológica, política o religiosa, aficiones o logros personales sin relación alguna con el trabajo ni, en general, nada que no hable bien de nosotros de alguna manera. Del apartado "otros datos" se espera poco, y es mejor no cargar demasiado el currículum con información innecesaria y que como en tantas otras ocasiones, si no nos beneficia sólo puede perjudicarnos.