Cada vez son más utilizados los idiomas como instrumentos puramente profesionales y no como conocimientos generales que faciliten la capacidad comunicativa. En este sentido muchos Ciclos Formativos incorporan un módulo profesional de idioma vinculado a las especialidades de la profesión (p.e, inglés para la hostelería, francés comercial, etc.). Con estos módulos no se persigue la obtención de un nivel comunicativo general, sino el desarrollo de determinadas competencias que permitan desenvolverse en situaciones concretas profesionales. OJO, no hay que confundir con módulos de enseñanza general de idiomas que con la reforma de la Formación Profesional se prevén incluir en los Ciclos Formativos; sino que hablamos de los idiomas aplicados a la profesión, buscamos determinadas competencias profesionales que básicamente son comunicarnos en determinado idioma para realizar las funciones propias del título.
Tras dejar claro el contexto en el que nos movemos, surgen dos preguntas: la primera refiere a ¿cuál debe ser el nivel de conocimiento previo de la lengua antes de lanzarnos a su utilización profesional? La segunda es ¿a qué nivel lingüístico se equipararía un módulo de idioma profesional?
Debemos comenzar por responder a la segunda pregunta, y anticipar que la solución no es única: desde un simple (y casi exagerado) A2 de un módulo de idioma aplicado a la hostelería en un Ciclo Formativo de Grado Medio en el que buscamos una mínima comunicación con cierto grado de corrección para las interacciones habituales con un cliente (tomar una comanda, atender una queja, efectuar el pago, etc) hasta un mínimo deseable de un B1 de un idioma para un uso comercial (¿realmente es posible con menos?) o un B2 si implica las posibilidades de negociación. En función de la respuesta dada en esta segunda pregunta, podemos plantearnos responder a la primera: ¿qué nivel exigimos para el acceso? Aquí nos movemos entre lo deseable y lo posible... Lo deseable sería acceder con un nivel ya determinado (que en el caso de la enseñanza reglada debería ser el nivel que se ha debido alcanzar en la etapa anterior: A2 en inglés para los Ciclos Formativos de Grado Medio que han accedido desde la ESO y B1 para los Ciclos Formativos de Grado Superior que han accedido desde el Bachillerato), B1 para las enseñanzas universitarias (a las que se accede desde el Bachillerato), etc... Incluso en los cursos de idiomas aplicados a la profesión de la Formación Profesional Ocupacional y Continua, habría que diseñar qué nivel de base vamos a exigir. Lo posible, será adaptarnos (como no puede ser de otra manera) al nivel general del grupo de los alumnos, para a partir de ahí tratar de alcanzar los objetivos propuestos sin olvidar que en ocasiones habrá que repasar contenidos generales de la lengua antes de lanzarnos a perseguir los objetivos profesionales concretos. En todo caso conviene recordar que en función del nivel de entrada al iniciar el módulo de idioma profesional, podremos plantearnos alcanzar determinado nivel de salida al terminarlo. No será razonable pensar en alcanzar un nivel B2 en inglés comercial tras un curso de 30 h. empezando con un nivel A2 de inglés general. Sirva como ejemplo este programa de cursos de perfeccionamiento de la EOI "Jesús Maestro" de Madrid.
Por último, no puedo dejar de hacer referencia en este contexto y aplicado concretamente al francés, al diploma DELF Pro, título del Ministerio de educación Francés reconocido internacionalmente y válido sin límite de tiempo que reconoce en distintos niveles la aptitud en lengua francesa para trabajar en el contexto de la empresa. Aquí tienes una explicación extensa sobre este contenido concreto en el que no voy a insistir a pesar de su relevancia, sobre el que sólo quiero señalar que está pensado para una opción profesional básicamente administrativa, para la dirección dentro del mundo de la empresa, o para la negociación dentro de un contexto de comercio internacional (evidentemente con países francófonos).